Caso clínico 13. UrgePaliar 2018. ISSN 2604-0379.

 

AUTORA

 

María Rosario Elcuaz Viscarret. Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Servicio de Urgencias Extrahospitalario de Pamplona. Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea.

 

DESCRIPCIÓN DEL CASO

 

Ámbito del caso: aviso al Servicio de Urgencias extrahospitalario para realizar una atención en domicilio, se trata de una de paciente de 95 años que se está muriendo y no puede respirar. Aunque pertenece a otro cupo médico, previamente se puede acceder a la historia clínica del paciente.

 

Motivo de consulta: paciente que no puede respirar, sin antecedentes de interés. Desde hace 2 meses está más decaída, débil y expresa deseos de morir. En plenas facultades mentales, ella, apoyada por su familia (dos hijas enfermeras), decide que no desea ya más tratamientos, excepto cuidados paliativos. Va dejando de comer. Los dos últimos días apenas ingiere líquidos, se atraganta con facilidad, no defeca y presenta anuria.

 

Al llegar al domicilio, la mujer está en la cama, eupneica, tranquila, débil y pálida, acompañada de sus hijas.

 

Cuentan que se ha atragantado y ha expulsado muchas flemas. Creen que está «encharcada». No presenta dolor ni otros síntomas. Lleva parches de fentanilo para tratar el dolor de espalda.

 

Exploración física: normal; saturación de oxígeno (SatO2) 95%; no tiene fiebre, ni taquicardia; presión arterial 70/50 mmHg; consciente y orientada; presenta hipoacusia; expresa deseo de morir y está muy débil; abdomen anodino.

 

Explico que todo está bien, no hay signos de insuficiencia cardíaca, salvo hipotensión. Como se atraganta, se le pone una vía subcutánea para administrarle la medicación que necesite si aparecen síntomas.

 

La hija, nerviosa, me dice:

  • ¿Y no sería mejor ponerle un suero?

  • ¿Suero…? ¿Con qué finalidad?

  • Pues para ponerle algo y acabar ya.

  • Esto que me pide no lo podemos hacer. No damos medicaciones para acabar. Siento no poder ayudarles más. Lo que sí podemos hacer es administrarle medicación para evitar cualquier síntoma que a ella le incomode.

 

Se le prescribe: si hay dolor, ½ ampolla de morfina; si hay secreciones, ½ ampolla de buscapina; si hay agitación, ½ ampolla de haloperidol. Y se le deja una ampolla de cada medicación.

 

La paciente falleció 4 días después.

 

 

PREGUNTA CLAVE

 

La paciente está asintomática en el momento de la atención, pero previendo posible empeoramiento del dolor o agitación y siendo las hijas enfermeras, ¿qué medicación se debe dejar en el domicilio y en qué cantidad para poder ser administrada por la familia? ¿Cómo comunicar de forma asertiva y empática la negativa a la eutanasia? ¿Cómo negociar las alternativas?

 

Resolución del caso