Caso clínico 22. UrgePaliar 2018. ISSN 2604-0379.

 

AUTORAS

 

Inés González Bolaños. Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Unidad de Cuidados Paliativos Hospital de Nuestra Señora de Guadalupe, La Gomera.

Rocío Galán Moral. Especialista en Oncología Médica. Hospital Virgen de Altagracia de Manzanares.

 

 

ETIOLOGÍA Y DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

 

En este caso, el paciente presenta un cuadro de inicio súbito consistente en náuseas y vómitos de aspecto fecaloideo, dolor abdominal generalizado y estreñimiento. Estos signos y síntomas hacen que sea de vital importancia valorar una seudoclusión intestinal como primera opción, dado el mal pronóstico cuando aparecen este tipo de complicaciones. Como diagnóstico diferencial debemos plantear la carcinomatosis peritoneal y el estreñimiento.

 

 

CRITERIOS DE VALORACIÓN DEL SÍNTOMA

 

Se presenta un caso de seudoclusión intestinal de inicio súbito que precisa una intervención urgente, por lo que se deriva al servicio de urgencias hospitalarias ante la sospecha de esta y por la alta probabilidad de que avance hacia una oclusión completa. Los síntomas más destacables son: náuseas y vómitos de contenido fecaloideo, estreñimiento, sensación de distensión abdominal y dolor abdominal generalizado y difuso con episodios de dolor cólico, de ahí la importancia de realizar una historia clínica y exploración física detallada.

Para valorar la clínica y las posibles opciones terapéuticas, es necesario aproximarse a la situación basal del paciente y sus opciones de tratamiento, atendiendo a las diferentes clasificaciones pronósticas: la escala de valoración para cuidados paliativos (Palliative Performance Status [PPS]; tabla 1), el índice de pronóstico paliativo (Palliative Prognostic Index [PPI]; tabla 2) y el índice Karnofsky (tabla 3).

 

Siempre que sea posible, en el abordaje inicial que se realiza en el servicio de urgencias del centro de salud, se debe hacer una radiografía simple de abdomen ya que es una técnica rápida que nos puede aportar mucha información. En ella podemos observar distensión de asas y nivel hidroaéreo en el caso de una oclusión intestinal.

 

Tabla 1. Escala de valoración para cuidados paliativos

Nivel

Deambulación

Actividad y EE

Autocuidado

Ingesta

Nivel de conciencia

100%

Completa

Normal/trabaja

No EE

Completo

Normal

Normal

90%

Completa

Normal/trabaja

Alguna EE

Completo

Normal

Normal

80%

Completa

Normal con esfuerzo, alguna EE

Completo

Normal/reducida

Normal

70%

Reducida para su trabajo

No puede realizar su trabajo

Signos de enfermedad

Completo

Normal/reducida

Normal

60%

Reducida para su trabajo

No puede realizar sus aficiones/cuidado de la casa

Signos de enfermedad

Ocasionalmente necesita ayuda

Normal/reducida

Normal o confusión

50%

Principalmente sentado/ cama

No puede hacer ninguna actividad

Enfermedad extensa

Requiere ayuda parcial diaria

Normal/reducida

Normal o confusión

40%

Mayor tiempo en cama

No puede realizar ninguna actividad

Enfermedad extensa

Ayuda diaria para todo

Normal/reducida

Normal/ somnolencia/ confusión

30%

Encamado

No puede hacer ninguna actividad

Enfermedad extensa

Precisa cuidados completos por otro

Normal/reducida

Normal/ somnolencia/ confusión

20%

Encamado

No puede realizar ninguna actividad

Enfermedad extensa

Precisa cuidados completos por otro

Mínima

Normal/ somnolencia/ confusión

10%

Encamado

No puede hacer ninguna actividad

Enfermedad extensa

Precisa cuidados completos por otro

No

Normal/ somnolencia/ confusión

0%

Muerte

 

 

 

 

EE: evidencia de enfermedad.

Adaptada de: Benítez-Rosario MA, González T. Tratamientos protocolizados en cuidados paliativos.Madrid; 2010.

 

 

Tabla 2. Descripción del índice pronóstico paliativo

Puntuación

Supervivencia estimada en semanas

> 6

< 3

5-6

< 6

4

> 6

Criterios para obtener la puntuación

PPS

Delirio

Disnea en reposo

Edemas

Ingesta oral

10-20

4,0

4

3,5

1

Mínima

2,5

30-50

2,5

No

0

No

0

No

0

Reducida

1

≥ 60

0,0

 

Adaptada de: Benítez-Rosario MA, González T. Tratamientos protocolizados en cuidados paliativos. Madrid; 2010.

 

 

 

Tabla 3. Índice de Karnofsky

Valor

Capacidad funcional

100%

Asintomático, sin evidencia de enfermedad

90%

Sintomatología menor/leve. Capaz de realizar una actividad normal

80%

Actividad normal con esfuerzo, algunos signos o síntomas de enfermedad

70%

Incapaz de llevar a cabo una actividad normal o de hacer un trabajo activo. Cuida de sí mismo

60%

Requiere ayuda ocasional, pero es capaz de atender la mayoría de sus necesidades personales

50%

Precisa ayuda considerable y cuidados médicos frecuentes

40%

Incapacitado, necesita cuidados y asistencia especial

30%

Severamente incapacitado

Hospitalización indicada

Muerte no inminente

20%

Muy enfermo. Hospitalización necesaria. Requiere tratamiento de soporte activo

10%

Moribundo

Adaptada de: Benítez-Rosario MA, González T. Tratamientos protocolizados en cuidados paliativos. Madrid; 2010.

 

 

 

MEDIDAS GENERALES

 

Una vez completado el procedimiento diagnóstico, iniciamos una serie de medidas generales para controlar los síntomas en un primer momento. Se colocará una sonda nasogástrica para aspirar las secreciones y controlar de el débito, y se iniciará hidratación endovenosa, valorando la hipodermoclisis en el ámbito domiciliario y los fármacos antieméticos parenterales.

 

 

TRATAMIENTO ETIOLÓGICO Y/O SINTOMÁTICO

 

En este tipo de enfermos, el tratamiento etiológico debe basarse en la situación funcional previa del paciente, la etiología de la oclusión y la extensión de la enfermedad. Las alternativas terapéuticas en este caso son: cirugía, prótesis autoexpandibles, tratamiento conservador, tratamiento paliativo farmacológico y la nutrición parenteral.

 

La cirugía es la única alternativa con opción curativa. En este caso, dado que se trata de un paciente con PPI < 6 puntos, podríamos valorar tanto la cirugía como la colocación de endoprótesis, excepto si se objetivan complicaciones como carcinomatosis peritoneal, obstrucciones a distintos niveles intestinales, masas tumorales abdominales palpables, irradiación abdominal paliativa previa, pelvis congelada o ascitis.

 

Por tanto, es necesaria la derivación del paciente al servicio de urgencias hospitalarias para completar el estudio y valorar esta posibilidad.

 

Si, por el contrario, la cirugía o la colocación de endoprótesis no estuvieran indicadas, se optará por iniciar tratamiento farmacológico con intención paliativa para tratar de solucionar dicha complicación. Por un lado, en función del dolor que presente el paciente, inicialmente se debe ajustar la analgesia por vía endovenosa o subcutánea, evitando la vía oral, y asociar fármacos anticolinérgicos, neurolépticos o procinéticos, en función de la clínica. Por otro lado, los corticoides son útiles debido a su acción antiemética y a que disminuyen el edema intestinal.

 

 

TOMA DE DECISIONES Y ACTITUD

 

En primer lugar, es importante una rápida actuación e instauración de medidas generales, así como la derivación al servicio de urgencias, donde se realizarán las pruebas complementarias pertinentes. De este modo se podrá conocer el grado de afectación y, junto a una valoración global teniendo en cuenta el estado funcional del paciente y la extensión de la enfermedad, realizar un correcto abordaje terapéutico del caso, valorando tanto la cirugía como la colocación de endoprótesis. Si esto no fuera posible, se optaría por el abordaje farmacológico ya señalado.

 

Finalmente, no debemos olvidar la planificación anticipada de las decisiones, así como aportar la información necesaria en cada momento al paciente y a sus familiares para lograr una asistencia de calidad en este tipo de enfermos, teniendo en cuenta en la medida de las posibilidades dónde y cómo recibir asistencia.

 

 

BIBLIOGRAFÍA

  • Benítez-Rosario MA, González T. Tratamientos protocolizados en cuidados paliativos.Madrid; 2010.

  • Porta, J. Gómez, X. Tuca, A. Manual de control de síntomas en pacientes con cáncer avanzado y terminal. 3º edición. Barcelona: Institut Català d’Oncologia; 2013.

  • Tuca A, Martínez E, Guell E, Gómez Batiste X. Obstrucción intestinal maligna Medicina Clínica. 2010;135(8):375-81.